Este cuadro pintado por Eduard Munch en 1893 me transmite sensaciones que no soy capaz de expresar con palabras.
Creo que es perfecto para reflejar cómo nos sentimos muchos ciudadanos dada la situación socio-económica (y también moral) por la que el mundo occidental atraviesa: ¿INDIGNADOS - FRUSTRADOS?
Engañados, toreados, ninguneados, estafados, atracados, despreciados, utilizados, abandonados, explotados...........
ResponderEliminarCon independencia de coincidir en los adjetivos indignados, a mí este cuadro siempre me ha revuelto un poco por dentro.
ResponderEliminarPor lo que he leído, Munch quería expresar con el cuadro los sentimientos de esas personas que quedaban al margen de la Revolución Industrial de París de finales del siglo XIX.
La magia del cuadro (igual que la de la poesía) es que provoque tantas sensaciones y tan diferentes a las que el autor quiso expresar.
Yo lo miro y siento que el prota piensa SOS, quiero escapar de aquí!
ResponderEliminar